Restauración de monumentos
Se entiende aquí la labor de conservación y si procede de restauración de edificios monumentales catalogados como Bien de Interés Cultural que incluyen materiales como la piedra y los morteros de los muros y estructuras además de otros materiales y elementos tales como la viguería, portones, puertas, ventanas, rejerías y elementos decorativos, conllevando la reproducción de elementos perdidos.
 
Los criterios de intervención en restauración arquitectónica se basan en la Carta de Venecia (1964) que preconiza el mantenimiento de la piedra en su aspecto original en la medida de lo posible.
La metodología seguida incluye una exhaustiva documentación previa, una identificación del material basada en un estudio analítico de su composición, un diagnóstico de la patología y una valoración de la necesidad de consolidar y de eliminar posibles sales solubles antes o después de la limpieza en el caso de la piedra.
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